TRADICIONES, USOS Y COSTUMBRES

El Espinal es un pueblo que conserva costumbres ancestrales, con cierta modificación pero con importante esencia espiritual. La cultura zapoteca vive en su lengua, las fiestas tradicionales y vestimenta de los y las espinaleñas.
En el Municipio la fiesta grande es en Noviembre, meses antes, el Presidente Municipal reúne a los representantes de agrupaciones y asociaciones en el Palacio Municipal para decidir si existen las condiciones económicas y sociales principalmente que permitan la realización de los festejos. En los años 60’s una intensa sequía dejó en ruinas a la mayoría de los habitantes del pueblo que se dedicaban a la agricultura, pese a esto la fiesta no se llevó a cabo por la gran desolación que trajo la pobreza. En nuestros tiempos la actividad económica ya no se basa principalmente en la agricultura, una gran parte de la población son obreros, profesionistas y artesanos pero se sigue celebrando el acto protocolario donde el pueblo, a través de sus representantes, es quien decide si se hacen o no los festejos y la fecha de estos.
¡Ma che ganda zaa octubre! dicen los grandes, porque era en el mes de octubre en que originalmente se llevaba a cabo.
Los habitantes se preparan esos días para festejar a la Virgen del Rosario, son tres días en los cuales la algarabía no se hace esperar, generalmente se celebra en la tercera semana del mes.
Todo comienza el viernes por la noche con la calenda que organizan los mayordomos, recorren las calles y avenidas principales de la población acompañados por música de la banda del pueblo, cohetes, faroles y la quema del tradicional torito.
Cerca de la media noche la contingencia llega a la explanada del templo de la Virgen patrona de los y las espinaleñas, ahí al coro de: ¡Viva la Virgen del Rosario!, ¡Viva Espinal! comienza la quema del torito y de los castillos que generalmente son una replica de la imagen de la Virgen. Así comienza la feria del pueblo.
Los visitantes llegan de muchos rincones de nuestro país; son espinaleños y espinaleñas que no han olvidado a su pueblo ni los milagros que la Virgen les ha concedido. En días anteriores, la H. Junta de Jaripeo se encarga de la recolección del Tequio, todos los habitantes del pueblo aportan una cantidad en moneda o en especie para la realización de la fiesta, los tres días posteriores a la calenda los habitantes y visitantes se reúnen para disfrutar del jaripeo; se construye un ruedo hecho de otate y los techados de palma para cubrirse del sol.
Son dos corridas de toros al día, participan toreros profesionales, vestidos de luces hacen vibrar a los espectadores quienes con aplausos reconocen su valentía. Los padrinos de toros traen consigo adornos de flores de papel en variados colores que se coloca al cuello del animal en la frente y la cola, entonces saltan al ruedo los montadores, quienes montan por el gusto de demostrar sus habilidades o por las recompensas en moneda y regalos que ofrecen los padrinos, la Junta de Jaripeo y algunos espectadores después de apreciar una buena monta.
El martes de feria se lleva a cabo la “Tirada de Frutas” y paseo de carros alegóricos, los capitanes de cabalgatas que fueron elegidos un año antes encabezan el contingente, le acompañan las hermosas jóvenes que ejercen su reinado en cada una de las Velas: “Primavera”, “San Juan” y “Vela San Mateo”; pasean por las calles del pueblo regalando a su paso toda clase de artículos de primera necesidad para el hogar.
El miércoles es la tradicional “lavada de ollas”, en el domicilio de los capitanes de las celebraciones. Se reúnen de nueva cuenta los amigos, los parientes y todos aquellos que deseen asistir a la verde enramada.
Así se cierran las fiestas en honor a la Virgen Patrona de los espinaleños; la Virgen del Rosario. Las mayordomías propias de la labrada de cera de la Virgen del Rosario se realizan en el mes de julio.
Las velas del Pueblo

No se precisa la época de inicio de esta tradición, aunque algunos testimonios los ubican a fines del siglo XIX. Mayo es el mes de las velas. Esplendor de la primavera e inicio del cultivo del maíz con las primeras lluvias del año, se consagra la devoción de San Lucas, San Juan y San Mateo.
La fiesta dura hasta el amanecer del día siguiente, las espinaleñas lucen el hermoso traje regional, de “tehuana”, con vistosos listones y trenzas en su cabellera. Son tres celebraciones; la Primavera, la de San Juan y la vela San Mateo. La fiesta se inicia con la coronación de la reina en los dos primeros casos y en la última la embajadora, quien representa a la sociedad de esa vela en los eventos sociales durante todo el año. En este tipo de festividades acude la mayor parte de la población y es la ocasión apropiada para hablar de temas como política, empleo, etc.
De entre estas tradiciones, la manifestación que más se destaca es sin duda el tequio.
Fiesta de Todos Santos
Costumbre católica que se celebra cada año en el seno de la familia. La noche del 31 de octubre se recuerdan a los muertos de temprana edad y la del 1º de noviembre a los adultos. Son días de visita a los panteones para poner flores en las tumbas de sus seres queridos que se han adelantado en el camino.
En el seno familiar se construye el altar en forma de gradas, cubierta con una manta blanca para colocar las velas, flores, frutas, pan y la bebida predilecta del difunto y algún objeto que haya sido usado notoriamente. En la noche, el velorio, tiempo en que se convida a los presentes el tradicional tamal de mole y carne de res (Gueta buu bela yaa).
Como en todo acto de esta naturaleza, las mujeres y los hombres dan su limosna, como cooperación para solventar los gastos que el evento ocasiona.
Miércoles Santo
La más significativa de la liturgia. Día de visita al panteón
Tiene lugar una vez al año, precisamente el miércoles de la semana mayor que en el mundo católico es el recuerdo al sacrificio de Jesús de Nazaret.
Previamente se limpia y se pinta el sepulcro, y a partir de las 5 de la tarde de ese día se arregla con flores frescas y veladora cuidadosamente puestas. Los dolientes imploran que el difunto siga en descanso eterno.
En la entrada principal del panteón se colocan puestos de antojitos y dulces tradicionales que dan a este día un colorido especial.
Semana Santa
En la iglesia principal concurre la gente para el segundo viernes de cuaresma, así mismo se lleva a cabo el quinto y sexto viernes en la capilla de San Juan. Se congrega a la gente creyente para el rezo y después a degustar los “antojitos” y dulces de fruta cocida: camote, mezquite, limón, etc.
El martes “Santo” se celebra en la capilla de San Mateo con una misa nocturna y la concurrencia de los fieles
Vestimenta
La enagua, falda larga de la cintura hasta los pies y el huipil de tela de varios colores es la vestimenta común de la mujer espinaleña, es el típico traje de la mujer zapoteca.
Para los acontecimientos de relevancia, lo usual en las mujeres es el “Traje Regional” de tehuana: Huipil o blusa cerrada de cuello circular estampada a semejanza de flores, bordada con hilo-seda y la enagua de falda ancha, al extremo el olán blanco hasta el empeine.
Este traje, de vivos y llamativos colores, es el de gala. Muy apreciado sobre todo cuando se porta en las mayordomías y bailes titulares o en las velas de mayo con alhajas, monedas lustrosas de oro en cadenas colgadas en el cuello, pendientes de lóbulos de las orejas y pulseras en la mano. Luce majestuosa la mujer espinaleña , orgullosa de su estirpe que es producto de la mezcolanza menos indígena y más criolla. El varón, usa guayabera blanca de manga larga o corta y pantalón oscuro. |